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En un giro sorprendente del tiempo, el afamado poeta trágico Sófocles hace su retorno a la escena literaria del siglo XXI. Con el viento de la antigüedad en su túnica y las palabras eternas en sus labios, su regreso trae consigo un eco resonante de ética y dignidad, aspectos atemporales que se entrelazan con la concepción de los derechos humanos de la era moderna.

El autor de obras emblemáticas como "Edipo Rey" y "Antígona" ha irrumpido en un mundo que aparenta estar impregnado de avances y progreso. Sin embargo, su percepción choca con la concepción moderna de "avance". Para él, lo nuevo tiene destellos de patetismo, mientras que lo antiguo conserva un halo de sabiduría apática.

La realidad que Sófocles encuentra es desconcertante: a pesar de los avances tecnológicos y sociales, la esencia humana sigue enfrentando desafíos atemporales. En su magistral obra "Antígona", resurge un tema que repercute intensamente en el mundo actual: el conflicto entre la ley de los hombres y la moralidad, entre el poder y la dignidad.

"Para ser justas, las leyes de los hombres deben tener un respaldo moral", reflexionó Sófocles, en la rueda de prensa, destacando la necesidad de alinear las leyes con los principios fundamentales de la humanidad, lo que hoy ustedes llaman “Derechos Humanos” La tragedia de "Antígona" plantea un dilema eterno sobre la naturaleza de la justicia y su relación con la moralidad intrínseca.

Por otro lado, tras una breve revisión de los principales medios electrónicos, sitúan al autor en una encrucijada entre lo contemporáneo y lo clásico. La vivencia de Antígona encuentra un eco asombroso en la realidad actual de numerosas naciones, donde se enfrentan a una autoridad soberana pero carente de legitimidad. Esta autoridad prioriza la exhibición de poder sobre el ejercicio responsable, desafiando la tradición que respeta la ley y silenciando la voz del pueblo
El regreso de Sófocles ha provocado debates y reflexiones sobre la actualidad de sus enseñanzas en un mundo que se jacta de progreso, pero aún se enfrenta a dilemas éticos y morales. Temas como la dignidad, el poder, la moralidad y el papel de la mujer en la sociedad emergen como cuestiones cruciales persistentes a lo largo de los siglos.

En una era de avances tecnológicos vertiginosos, el retorno de un poeta antiguo más que un acontecimiento extraordinario, nos recuerda que, a pesar del progreso material, el alma humana sigue siendo el campo de batalla para los mismos conflictos y dilemas que han afectado a la humanidad desde tiempos inmemoriales.